Cuando la gente que llega y las puertas que se abren parecen no tener ningún sentido.
Me bendices con tu escrito, me fascinó tu pensamiento de los hilos de tu suéter. En la cotidianidad de la vida seguimos aprendiendo.
Me bendices con tu escrito, me fascinó tu pensamiento de los hilos de tu suéter. En la cotidianidad de la vida seguimos aprendiendo.